
Max Verstappen volvió a demostrar por qué es el rival a batir. El neerlandés se impuso con contundencia en el Gran Premio de Emilia Romaña tras una salida espectacular en la que arrebató el liderato a Oscar Piastri en Tamburello. Fue su quinta victoria del año, la número 400 en la historia de Red Bull como equipo en Fórmula 1, y una más que sólida muestra de autoridad.
Mientras McLaren completaba el podio con Lando Norris segundo y Piastri tercero, la carrera fue un vía crucis para Fernando Alonso. El asturiano partía desde la quinta posición, pero una estrategia desacertada por parte de Aston Martin y un monoplaza que no respondió en la segunda mitad de carrera le dejaron fuera de los puntos, undécimo, frustrado y sin premio. “Soy el piloto con más mala suerte del mundo”, dijo por radio.
Carlos Sainz, por su parte, vivió una montaña rusa táctica. Tras una buena salida, el madrileño cayó hasta la 14ª plaza por el Virtual Safety Car, pero supo rehacerse para terminar octavo. El duelo entre españoles sigue vivo, aunque el Williams del 55, por ahora, saca ventaja al AMR25.