
El nuevo director de la GPDA pide cambios tras el brutal accidente de Jack Doohan en Suzuka
Carlos Sainz ha encendido un debate necesario en la Fórmula 1 moderna: ¿hasta qué punto es seguro dejar el uso del DRS completamente en manos de los pilotos?
La reflexión llega tras el aparatoso accidente de Jack Doohan en los entrenamientos libres del Gran Premio de Japón. El joven australiano de Alpine, en un intento extremo por buscar los límites, dejó deliberadamente abierto el alerón trasero mientras afrontaba a fondo la rapidísima curva 1 de Suzuka a más de 300 km/h. El resultado fue un accidente brutal del que, por fortuna, salió ileso.
“Prefiero dejarlo atrás y seguir adelante”, reconocía un Doohan visiblemente golpeado.
Sainz: “El DRS no debería permitir esto”
Para Carlos Sainz, el accidente de Doohan no es un simple error de juventud. Es la consecuencia directa de un sistema que, tal y como está diseñado, deja una responsabilidad excesiva en manos del piloto.
“En cualquier otra época de la Fórmula 1, después de un accidente así, Jack no habría podido subirse al coche al día siguiente”, aseguró el piloto español, que este año ejerce como nuevo director de la GPDA (la asociación de pilotos).
Sainz propone una solución clara: automatizar el cierre del DRS en zonas de riesgo.
“Si los coches son tan rápidos como ahora, tenemos que mejorar la seguridad también. Hay demasiadas curvas —como la 1 de Shanghái o la 9 de Australia— donde el piloto debe acordarse de cerrar el DRS manualmente. No tiene sentido. Debería existir un sistema que lo cierre automáticamente 50 o 100 metros antes de la frenada. Así evitamos errores como el de Jack”.
Adaptación a un nuevo Williams… y a una nueva realidad
Más allá del debate de seguridad, Sainz atraviesa también su propio proceso de adaptación tras su llegada a Williams, equipo al que recaló después de verse desplazado de Ferrari por la llegada de Lewis Hamilton.
“Todavía estoy conduciendo el coche como se conduciría un Williams… no como me gustaría pilotar un Fórmula 1”, admitía el madrileño con sinceridad.
Desde el equipo confirman el proceso de adaptación. Su jefe, James Vowles, lo explicó así:
“Carlos tiene un estilo muy particular, fruto de su etapa en Ferrari. Pero no hay diferencias entre los coches de nuestros dos pilotos. Estoy seguro de que no necesitará más de cinco carreras para sentirse completamente cómodo con el coche”.
Seguridad y adaptación: dos caras del mismo presente
Mientras Sainz trabaja para sacar el máximo del Williams, no pierde de vista su nuevo rol como portavoz del colectivo de pilotos. Su mensaje es claro: si la Fórmula 1 quiere seguir creciendo en velocidad y espectacularidad, no puede descuidar la seguridad.
El accidente de Doohan puede ser solo un aviso. Pero el debate ya está sobre la mesa.