
La generación 2025 de debutantes en Fórmula 1 ha vivido un auténtico bautismo de fuego con cinco Grandes Premios en apenas seis semanas. Entre destellos de talento y errores propios del aprendizaje, Andrea Kimi Antonelli (Mercedes) se erige como el más destacado con 38 puntos y un sólido sexto puesto en el campeonato, mostrando madurez en carreras complicadas y ritmo para inquietar a George Russell, pese a un claro 6-0 en clasificación a favor del británico
Oliver Bearman ha tenido altibajos en Haas, pero suma tres carreras consecutivas en los puntos y se ha ganado la confianza del equipo. Isack Hadjar, por su parte, ha pasado de tapado a promesa seria dentro del programa Red Bull, liderando a Racing Bulls con personalidad y resultados.
En el otro extremo, Jack Doohan no ha podido puntuar todavía con Alpine, lastrado por errores propios y presión externa, aunque su ritmo en calificación lo mantiene con vida. Peor panorama para Gabriel Bortoleto: el campeón de F2 pelea contra un Sauber falto de ritmo, pero planta cara a Nico Hülkenberg en clasificación y mantiene viva la esperanza de progresar en la segunda mitad del año.
En conjunto, los rookies han mostrado el hambre, el talento y también las cicatrices propias de una adaptación sin red. Pero si algo ha quedado claro, es que la F1 de 2025 no entiende de transiciones suaves.