
Aston Martin afronta el Gran Premio de la Emilia Romaña con su primer gran paquete de mejoras de la temporada. La escudería británica llega a Imola tras seis carreras con resultados discretos, 14 puntos conseguidos únicamente por Lance Stroll, y un Fernando Alonso que aún no ha estrenado su casillero en 2025.
El asturiano, pese a reconocer que hay optimismo en el equipo, prefiere mantener los pies en el suelo: “Hemos aprendido que no todas las evoluciones cumplen lo prometido. Esta vez vamos a analizar con calma, sin presión”, declaró.
Aston Martin confía en que el AMR25, con sus nuevas piezas, logre colarse en la lucha por los puntos, e incluso, como apuntó Andy Cowell, “con un 1% de mejora real, podríamos volver a pelear por trofeos”.
Para Alonso, la clave está en la disciplina y la paciencia: “Me esfuerzo en ser preciso como un robot, pero cuesta poner en palabras el optimismo cuando sales en Q1”. Imola será una prueba clave para saber si Aston Martin puede dar un giro a su temporada.