
Oliver Oakes ha dimitido de forma inmediata como jefe de equipo de Alpine, en una decisión que agita aún más las aguas en la escudería francesa. A partir de ahora, será Flavio Briatore quien absorba sus funciones además de su rol como asesor ejecutivo. La salida del británico, aunque no detallada oficialmente, llega en plena tormenta interna: el inminente relevo de Jack Doohan por Franco Colapinto parece haber sido el detonante.
Según fuentes próximas al equipo, Oakes era partidario de mantener a Doohan al lado de Gasly, pero la presión del entorno de Colapinto —y el respaldo de Briatore— habría forzado un cambio de dirección. El comunicado de Alpine se limita a agradecer el trabajo de Oakes desde su llegada en 2024 y aclara que no habrá más declaraciones.
El movimiento deja a Briatore con plenos poderes a las puertas del GP de Ímola, donde todo apunta a que el argentino Colapinto debutará esta temporada con Alpine. La sexta carrera de Doohan, prevista como parte de un contrato limitado, podría haber sido la última.
El escenario no podría ser más tenso: Alpine, en plena lucha por no descolgarse de la zona media, vuelve a experimentar una sacudida política que remueve sus cimientos técnicos y deportivos. Todo apunta a que el cambio de pilotos se anunciará antes de que los motores vuelvan a rugir en Italia.