
Fernando Alonso volvió a obrar el milagro. En uno de sus circuitos talismán, Ímola, el piloto asturiano logró una sorprendente quinta posición en clasificación, dedicando la gesta a Fabrizio Borra, su fisioterapeuta de toda la vida, fallecido hace apenas unos días. “Lo de hoy ha sido especial”, reconoció. La familia de Borra estaba presente en el box de Aston Martin, y Alonso se vació en pista con un juego de neumáticos medios para marcar una vuelta mágica, dejando atrás a compañeros, Ferrari y a los Williams.
Carlos Sainz, por su parte, terminó sexto, a tan solo una milésima de Fernando, consolidando su mejor posición de salida esta temporada. El madrileño llegó a liderar la Q2 y saldrá con opciones claras de meterse en el top 4 durante la carrera.
La pole fue para Oscar Piastri, su tercera del año, seguido por un Verstappen que no afloja. Pero el verdadero foco estuvo en Alonso, que devolvió la ilusión a Aston Martin tras semanas complicadas. Las mejoras del AMR25 parecen funcionar, y la magia del #14 sigue intacta.