
Fernando Alonso ha salido al paso de los rumores que apuntan a una posible llegada de Max Verstappen a Aston Martin en 2026, y lo ha hecho con la serenidad de quien tiene contrato… y un proyecto a largo plazo.
“Yo tengo contrato para el próximo año”, zanjó el asturiano en la rueda de prensa previa al GP de Arabia Saudí. “Veo los rumores, y es bueno para el equipo que el campeón del mundo esté vinculado a nosotros”.
La especulación ha crecido tras el discreto arranque de Red Bull en Bahréin. Aunque Verstappen sigue arriba en la clasificación, el futuro motor propio de Milton Keynes y el salto de Honda a Aston Martin podrían empujarle hacia nuevas aguas. Todo esto alimenta la teoría de una oferta astronómica —más de mil millones de libras por cinco años— para vestir de verde al tricampeón.
Sin embargo, el asiento más vulnerable no parece ser el de Alonso. Lance Stroll, hijo del propietario del equipo, tiene un respaldo difícil de igualar. “Mi contrato es más largo que mi carrera como piloto”, explicó Fernando. “Seguiré muchos años con este equipo, también en otros roles. Y si ganamos un campeonato y yo no estoy al volante, lo viviré con el mismo orgullo”.
El fichaje de Adrian Newey por Aston Martin y su foco en el coche de 2026 también refuerzan la idea de que el equipo está construyendo algo más que un monoplaza competitivo: un ecosistema que busca hacer historia.
Y aunque Alonso no cierra la puerta a compartir box con Verstappen —“sí, pero es muy poco probable”—, todo indica que si hay hueco para Max, no será a costa del bicampeón español.